Reducir los tiempos de atención es uno de los grandes desafíos del sistema sanitario, especialmente en el ámbito domiciliario.
Este caso
muestra cómo, con decisiones estratégicas bien enfocadas, es posible lograr
mejoras tangibles en eficiencia, trazabilidad y experiencia del paciente.
1. Contexto: un sistema tensionado por la demanda
La entidad en
cuestión enfrentaba cuellos de botella en la atención domiciliaria, con tiempos
de espera prolongados y sobrecarga del personal.
2. Decisiones clave que impulsaron el cambio
a.
Segmentación territorial basada en datos
Se reorganizó al personal según zonas con mayor concentración de pacientes,
reduciendo desplazamientos innecesarios.
b.
Seguimiento proactivo a pacientes crónicos
Se implementaron protocolos de contacto regular para anticiparse a posibles
complicaciones y evitar visitas urgentes.
c.
Integración digital de la planificación y la asistencia
Mediante herramientas digitales, se coordinó la asignación de recursos, rutas
de atención y seguimiento en tiempo real.
3. Resultados y aprendizajes
- Reducción del 35% en tiempos de atención
- Disminución de cancelaciones y reprogramaciones
- Mejora en la satisfacción del paciente y del equipo sanitario
- Mayor capacidad para priorizar casos críticos
Este caso demuestra que la mejora en sanidad no siempre depende de más recursos, sino de cómo se organizan los que ya se tienen.
Una gestión operativa más inteligente puede aliviar la presión sobre el sistema
y mejorar la atención sin comprometer la calidad.